Los beneficios de la equinoterapia en niños con discapacidad.
Es poca la información entre los profesionales de la salud sobre el empleo de la equitación con fines terapéuticos y es por eso que surge la interrogante de ¿Cuáles son los principales beneficios de la equinoterapia en niños con discapacidades y por qué o cómo es que se generan dichos beneficios? (Pérez Álvarez, Rodríguez Meso, & Rodríguez Castellano, 2006).
De entrada, esta falta de información ha provocado que muchos profesionales teman recomendar la equinoterapia por los riesgos que existen de que el paciente pueda caerse y se cuestionan si vale la pena correr el riesgo por los beneficios que dicha terapia ofrece, sin embargo, se ha demostrado que más del 50% de los accidentes durante la terapia se pueden prevenir tomando las medidas oportunas, además de que exista una constante vigilancia y supervisión por parte del personal capacitado (Pérez Álvarez, Rodríguez Meso, & Rodríguez Castellano, 2006).
Cabe destacar que las experiencias referidas por diferentes autores, demuestran que la equinoterapia ayuda a mejorar los aspectos motores, emocionales, cognoscitivos y de socialización de los pacientes, además es una alternativa beneficiosa en la atención de la discapacidad infantil, entendiendo la discapacidad como deficiencia, limitación y restricción, pues la discapacidad es un fenómeno complejo que implica una interacción entre las características del organismo humano y las de la sociedad en la que vive (Calderón Cisneros, Alcívar Trejo, & Ulloa Salazar, 2015); es por esto que la multidisciplinariedad de la equinoterapia y sus efectos en los aspectos antes mencionados le beneficia tanto a los niños con discapacidad.
En el aspecto motor, se utilizan los movimientos tridimensionales del caballo para estimular los músculos y articulaciones de los pacientes, pues sus movimientos los realizan en tres planos espaciales frontal, transversal y sagital (Falke, 2009); lo que también genera un mejoramiento del equilibrio, la coordinación, el tono muscular y la postura, además genera en el jinete sensación de seguridad y bienestar. Por otra parte, la temperatura corporal del caballo ayuda a la relajación muscular y a la distensión de los ligamentos, lo que mejora el funcionamiento del aparato circulatorio y facilita la movilidad de las articulaciones de la columna y la pelvis (Calderón Cisneros, Alcívar Trejo, & Ulloa Salazar, 2015) (Muñoz, 2015).
En el aspecto social se ve una mejora en las habilidades sociales con el resto de los niños y de las personas de su entorno, además le da a los pacientes las herramientas necesarias para que haya una inclusión más factible en la sociedad, pues al ayudarle en el aspecto emocional (subirle la autoestima), el paciente se siente más confiando y tranquilo, además de que poco a poco se va volviendo más autónomo, lo que le permite desenvolverse más fácilmente en la sociedad.
En el aspecto emocional se ve un aumento en la capacidad de expresar las emociones y los sentimientos que les provocan determinadas situaciones o acciones.
En el aspecto cognitivo, se observa una evolución en la capacidad de aprendizaje, del lenguaje y la comunicación, estimula la concentración y la atención.
También se ven beneficios en el ámbito conductual, el comportamiento y la personalidad, además hay una mejora en cuanto a los movimientos involuntarios (patologías neuromusculares).
Referencias
Calderón Cisneros, J., Alcívar Trejo, C., & Ulloa Salazar, F. (2015). EQUINOTERAPIA ¿AYUDA A LA REHABILITACION DE LOS NIÑOS. 11.
Falke, G. (2009). Equinoterapia. Enfoque clínico, psicológico y social. Revista de la Asociación Médica Argentina Vol.122 No.2, 4.
Muñoz, B. M. (2015). Curso Básico de Equinoterapia No. 123. (AMET, Intérprete) Querétaro.
Pérez Álvarez, L., Rodríguez Meso, J., & Rodríguez Castellano, N. (2006). La equinoterapia en el tratamiento de la discapacidad infantil. 8.